domingo, 4 de mayo de 2014

Seminario Clinico.Segunda clase: "El reverso de la vida contemporanea"




Reseña: Segunda Clase Seminario Clínico Anual IOM 2 CID Corrientes-Chaco:

El Inconciente Freudiano y el Nuestro -Psicoanálisis y el reverso de la vida contemporánea-

          El día 25 de abril se ha llevado a cabo, en el Museo de Medios de Comunicación, de la ciudad de Resistencia, la segunda clase del Seminario Clínico Anual del CID Corrientes-Chaco del Instituto Oscar Massota, a cargo del docente y coordinador local Damián Leikis.

          Él mismo inicia el recorrido teórico preguntando cómo relacionar la idea de inconsciente freudiano con la experiencia actual del inconsciente; y cómo el psicoanálisis podría dialogar hoy con otros discursos. Toma como eje para su desarrollo las dos primeras clases del Seminario 17, en los cuales Lacan presenta la noción de discurso, así como también, produce un viraje en sus conceptualizaciones, particularmente, acerca del goce. 

          De este modo, desarrolla la constitución del sujeto que prpone Lacan para dar cuenta del origen de los discursos; destacando como novedad en su obra, la consideración del campo del Otro como un campo previamente estructurado de un saber, saber ligado a un acto, es decir, a un saber hacer, cuya paradoja es que no necesariamente es un saber sabido. Lacan resume este concepto diciendo: “El goce es el saber del Otro”.

Aborda, asimismo, la noción de pérdida que resulta de la operación de constitución subjetiva, para dar cuenta del objeto a, contenido en la noción de discurso, para así introducir variaciones en las conceptualizaciones de repetición y de goce. El docente retoma el concepto de repetición desde la primacía de los simbólico, como producto de la insistencia del significante, que se explicita en el seminario II de Lacan, en donde el goce concebido desde el campo de lo imaginario, como una detención en la dialéctica de realización simbólica del sujeto; para compararlo con el Seminario 17, en el cual se toma el concepto de repetición para introducir la noción de los discursos, en la que la repetición es concebida como el encuentro fallido con la experiencia del goce primario; invirtiéndose de este modo la primacía del significante, dado que primero habría un saber al goce, a partir del cual se inserta el significante.

          La clase se prosigue con un comentario de Martín Gómez, acerca de la relación del discurso del Amo y el Menon de Platón; para dar cuenta la razón por la cual Lacan ubica al inconsciente como el discurso del Amo, y de qué modo el análisis posibilita modificar la relación del sujeto con la verdad, puesta en el lugar del saber, por vía de la interpretación.

          La clase se concluye resaltando que los cuatro discursos constituyen cuatro formas de ordenar y de articular el goce de diferentes maneras; así, la idea misma de discurso es una construcción por la cual se puede organizar algo del goce.

Evelina San Martín

*SEMINARIO CLINICO: Clase inagural de Enrique Acuña "De los cuatro conceptos a los cuatro discursos".

 

Reseña de la clase inagural de Enrique Acuña


Los días 28 y 29 de marzo dieron inicio al seminario clínico anual del IOM2: “EL INCONCIENTE FREUDIANO Y EL NUESTRO – El psicoanálisis y el reverso de la época”,  en la ciudad de Corrientes y Resistencia contando con la presencia de Enrique Acuña. En el primer encuentro, se desarrolló la clase inaugural titulada: “De los 4 conceptos a los 4 discursos” donde Acuña, en un movimiento pendular, entrelazaba la época en la que fue dictado el Seminario libro XVII “El reverso del psicoanálisis” de Jacques Lacan, con hitos y referencias que a través de los años nos interpelan hoy con la actualidad del mismo. Entre nombres propios y espacios geográficos, siguió en la primer parte de su presentación, la publicación misma del seminario en cuestión. Periplos que son testimonios de una historia y de una política del psicoanálisis, imposible de ser extirpada de las hojas que nos convocan.

Tomando como referencia al objeto a, producido entre los 4 conceptos fundamentales del seminario del año 1964, Acuña devela que a la altura del seminario 11, Lacan se hace efecto de su época y sus producciones van ciñendo la pregunta que guiará y de alguna manera se instalará como horizonte de la práctica analítica ¿qué reverso para la vida contemporánea? Lo que había dejado el mayo francés, en su estrepitosa reorganización social, es retomado por Lacan en su revés, considerando que aquel que había “bajado a las calles”, estaba implicado no a una elección de placer, sino a un modo de gozar.

El goce que es a la vez producción y presa del discurso, no-sustancia extraída del concepto y formulada por Lacan como “a” se articulará de una manera inédita junto a otros operadores en 4 lugares, definidos por la permutación de sus elementos en una relación de dominio o de no-dominio. De esta manera, Acuña introduce el discurso del amo, el discurso de la histérica, el discurso universitario y el discurso del analista, en su particular interjuego de rotaciones, bajo la premisa lacaniana de “un discurso sin palabras” que opera sin la necesidad de alguien que conscientemente lo produzca.

Armado con las fórmulas del discurso, Acuña recorre la producción de cada uno de ellos siguiendo el ordenamiento del Seminario. De un primer momento en el cual el discurso del amo, alimentado de repetición en tanto S1-S2, falla y se vuelve sintomático, entramos en el Discurso de la histérica ($-S1) donde es el síntoma quien domina. Un cuarto de vuelta más y obtenemos el discurso del analista, partenaire de la histérica donde el agente es el a, como causa del deseo. Allí la producción como pérdida son las identificaciones (S1) que se dejan caer, y se logra un saber que no llega a ser total, un saber medio de goce.   

La culminación del encuentro del viernes 28 de marzo, se sostuvo en la obligada reflexión actual a partir de la pregunta que nos interpela ¿perdurará el psicoanálisis en el siglo XXI, ante los sentidos impuestos por la ciencia y la religión? Entre satélites que gravitan en una artificial atmósfera de verdad, una Universidad que exige el dominio por la tecnocracia, y una religión que hace perdurar para siempre a un Padre gozador, alegoría a la neurosis; Acuña recuerda que es el discurso del analista el que sostiene al goce en lugar de la verdad, considerando la paradoja, inaceptable tanto para la ciencia como para la religión, de que alguien pueda satisfacerse de otro modo, satisfacerse en su sufrimiento, una satisfacción vía el síntoma.  

                                                                                                                              Carlos Trujillo





El primer día del seminario se llevo a cabo en el anexo de la extensión universitaria de la UNNE. Córdoba 593. Corrientes.