lunes, 27 de julio de 2009

COMENTARIOS DEL SEMINARIO CLINICO -CLASES 1 Y 2


INSTITUTO OSCAR MASOTTA

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA CORRIENTES-CHACO


SEMINARIO CLÍNICO Ciclo 2009:


ESCRITOS, UNA APROXIMACIÓN INTERTEXTUAL


El Seminario Clínico del Centro de Investigación y Docencia Corrientes-Chaco, perteneciente al Instituto Oscar Masotta, dió inicio a sus actividades el 27 de marzo del presente año, con la primer clase del programa.


Escritos, una aproximación intertextual es el nombre que lleva el Seminario a desarrollar a partir de este año, es una propuesta diferente, ya que el mismo está estructurado en tres escansiones anuales en una articulación del Programa de Oscar Masotta y el Índice razonado de conceptos principales que Jacques-Alain Miller introdujera en Escritos, de Jacques Lacan.


En la primer clase se abordó “El inconsciente freudiano: formas y transformaciones”, con exposiciones de los docentes del CID Corrientes-Chaco, Maria José Roca, Fernando Abelenda, Dora Schmitman y Luis Polo. Al finalizar las mismas se hizo una Mesa Redonda con la coordinación de José M. Chaín.


Fernando Abelenda abordó el tema de los actos fallidos a partir de la posición del analista en la cura, para lo cual recurrió a una cita de Eric Laurent: “el psicoanalista no es alguien autista sino que es aquel que no cesa de dirigirse al interlocutor benevolente, a la opinión ilustrada, al que anhela con poder tocar el inconsciente, que es la causa analítica”. Y desarrolló la clase sobre actos fallidos con relación al inconsciente de Jacques Lacan en Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis, quien sostenía que el inconsciente "es aquella parte del discurso concreto en cuanto transindividual que falta a la disposición del sujeto para restablecer la continuidad de su discurso consciente" o " es ese capitulo de mi historia que está marcado por un blanco u ocupado por un embuste: es el capítulo censurado".


Pero la verdad puede volverse a encontrar; lo más a menudo ya está escrita en otra parte. Que es aquello que está en mi cuerpo, esta en los documentos de archivo, me marca en recuerdos infantiles impenetrables, está en la evolución semántica. Pero que a su vez se manifiesta en los rastros, en las distorsiones. El inconsciente se manifiesta a través de las formaciones del inconsciente, o sea en los sueños, actos fallidos, chistes olvidos, y en los síntomas. De todas esas metáforas que según Lacan marcan la presencia de la verdad del inconsciente definido como "capítulo censurado", los actos fallidos quedarían aludidos como distorsiones del "querer decir" o del "querer hacer" que en el dispositivo analítico adquieren su relieve de "verdad inconsciente".


En segundo lugar, Dora Schmitman, trabajó el chiste y su función. El cuerpo es un organismo de goce, que justamente es en el cuerpo en donde se aloja el goce. El psicoanálisis es una práctica que busca cernir ese goce a través de las palabras del analizante. La palabra, al introducir el campo de lo simbólico, introduce la adimensión de la ambigüedad, de la contrariedad, de la polisemia, cuestiones inherentes al significante. En ese contexto abordó la cuestión del witz, de la agudeza, en Freud, el proceso-procedimiento, la técnica y la provocación del chiste. El chiste, al igual que los actos fallidos, sueños, olvidos, ponen en juego los mecanismos del deseo inconsciente. El chiste tiene dos caras, tiene un aspecto formal y otro que se comporta como el inconsciente: sin sentido. Justamente es este sinsentido lo que marca la fugacidad en el momento que se lo relata Es un sinsentido acotado, ya que tiene que haber acuerdo de otro para que se pueda hablar de chiste, pero fundamentalmente el Witz freudiano, la agudeza, revela el Otro del código.


María J. Roca destacó la importancia de los sueños para la teoría freudiana, fundamentalmente por la característica que Freud da a los mismos a partir del rebus o acertijo. El sueño es una via regia hacia el inconsciente, es una formación del inconsciente que es un enigma para el mismo sujeto pero que está estructurado a partir del deseo del sujeto. Lo que se llama el trabajo del sueño, los mecanismos de condensación y desplazamiento, ponen de manifiesto el mecanismo de desfiguración propio del sueño en relación al deseo del sujeto. Lacan podrá aplicar su teoría del significante al trabajo freudiano sobre los sueños.


A continuación Luis Polo expuso, sobre las coordenadas básicas del síntoma desde la perspectiva de Freud y de Lacan. En Freud el síntoma es un producto del fracaso de la represión, es un retorno de lo reprimido, que produce un sentido inconsciente (sinn) en el cual queda implicado el sujeto, pero también el síntoma tiene relación con otra cosa, el referente (bedeutung). Síntoma es egodistónico con el yo pero es egosintónico con la castración.


Lacan en su primer enseñanza a partir de la teoría del significante ubica dentro de las formaciones del inconsciente al síntoma y al lapsus, chiste, olvido y sueño. Pero luego, a partir del desarrollo de la teoría del goce, separa al síntoma de las formaciones del inconsciente, pues el síntoma pasa a alaojar al objeto a, por lo que el síntoma es una nueva manera de gozar del sujeto.


Para finalizar se realizó una Mesa Redonda con los disertantes y con la coordinación de José Chaín, quien también realizó algunos aportes que enriquecieron el diálogo establecido con el público.


Luis Polo




Comentario de la segunda clase del Seminario clínico


El 24 de abril en Corrientes, y al día siguiente en Resistencia, se llevó a cabo la segunda clase del CID Corrientes-Chaco, en la que se abordó el tema El inconsciente freudiano: del sueño al síntoma, con la modalidad de Coloquio Seminario, que estuvo a cargo de Luis Polo. También participaron como docentes Damián Leikis y María Isabel D'Andrea en Disciplina del comentario y José Chaín y Carla Molinas en Lógica de la cura.


En la Apertura Luis Polo puntualizó el valor del sueño en la construcción de la teoría freudiana, es la via regia que permitió descubrir los mecanismos del funcionamiento del inconsciente, mecanismos que también se encuentran en las otras formaciones del inconsciente, lapsus, chiste, olvido y síntomas. Sin embargo, el sueño fue tomado, por algunos post freudianos, como el elemento clínico más importante del tratamiento, sin advertir que la teoría del sueño le sirve a Freud para dar existencia al ionconsciente.

En el sueño, el soñante está en posición de receptor, de receptor de un enigma para el propio soñante, es un enigma en el cual se articula su deseo. Es el deseo en juego del sujeto lo que va a provocar la deformación onírica, tornándolo como algo propio y ajeno a la vez.


Otro elemento a destacar es el ombligo del sueño, esa parte que carece de todo tipo de sentido que tiene todo sueño, y que Jacques Lacan lo destaca cuando hace su trabajo a partir del sueño princeps de Freud: el sueño de la inyección de Irma. Algo detiene la interpretación freudiana, su propia sexualidad y el tema de la muerte.

Germán García, siguiendo a Freud, dice en Fundamentos de la clínica analítica, que hay tres tipos de sueños, biográficos, que no se pueden interpretar; de confirmación, el analizante sueña lo que el analista interpreta, son una seducción para éste; y los enigmáticos, son los que pueden orientar una cura porque ni el analizante ni el analista pueden entenderlos.


En Disciplina del comentario, Damián Leikis, en relación a la frase escogida de Lacan para este espacio, resalta que Freud compara la estructura del sueño con la de una frase o un rebús. Rebús es un acertijo gráfico en el que se presentan imágenes o iconos, y a partir de los cuales, debe reconstruirse una frase escondida. La estructura a la que hace referencia es la estructura del lenguaje en tanto que es mediante combinatorias significantes como el sueño se ofrece a la interpretación como portando una significación oculta.


La otra referencia central que trabaja Lacan está en relación a las figuras de la retórica, que se podrían definir como giros que cambian la expresión del pensamiento o del sentido en una frase. Es mediante estas figuras retóricas como deben buscarse las “intenciones con las que el sujeto modula su discurso onírico”; es decir, son estas figuras las que acentuarán el texto del sueño, a la manera de las “modalizaciones del dicho” que trabaja Jaques-Alain Miller, y que revelarán la posición subjetiva del soñante.

María I. D’andrea dijo que en la cita escogida Lacan nos invita a tomar el texto La interpretación de los sueños de Freud, escrito en 1900 inaugurando así el siglo XX.


En dicho texto Freud relata el sueño inaugural (“La inyección de Irma”), el cual fue sometido a un análisis exhaustivo proporcionando así el medio para descifrar el “enigma de los sueños”, tan es así que Freud anhelaba que hubiera una placa que recordara el día y el lugar en donde eso aconteció. Es Freud entonces con su propia persona quien da el puntapié inicial para descubrir y teorizar al sueño como vía regia al inconsciente.

El sueño tiene estructura de frase o de un rebús. Es en el mismo texto de Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis que se aclara al pie de la página a que se denomina rebús. Los rebús son acertijos gráficos en los que, a partir del significante o el significado de los elementos icónicos o simbólicos, debe reconstruirse una frase.


Dice Freud que la desfiguración onírica es un proceso producto del funcionamiento de cuatro leyes: condensación, desplazamiento, figuración, a elaboración secundaria.

Freud plantea que en los sueños nunca vamos a encontrar un sentido directo: éste siempre se configura como una máscara. Por ello su importancia como modelo de funcionamiento del aparato psíquico ya que se rigen por las mismas leyes que el chiste, los lapsus, los actos fallidos y el síntoma.

Finalmente D’Andrea hizo una breve síntesis de las diferentes figuras retóricas.


El día sábado, En Lógica de la cura, se pudo trabajar sobre dos casos en donde el sueño tiene diferentes características y consecuencias. Carla Molina habló sobre un caso de una joven histérica en donde a partir de citar las palabras de la paciente en las diferentes sesiones se va produciendo un nuevo sentido en relación al síntoma, y también cómo surge durante el período de tratamiento un sueño de confirmación de una interpretación de la analista.


José Chaín habló sobre un joven que se encuentra en entrevistas preliminares y que consultó por una inhibición surgida a partir de un sueño que tuvo antes de concurrir a tratamiento. El sueño consistió en una experiencia con drogas - que el joven había experimentado una sola vez tiempo atrás – que le provoca angustia y lo despierta. Luego de un tiempo presenta una angustia similar frente a los exámenes de su carrera y abandona los estudios, razón por la cual concurre a tratamiento.


En Perspectiva del concepto Luis Polo desarrolló el concepto freudiano de síntoma, destacando el elemento que va a diferenciar al síntoma del resto de las formaciones del inconsciente: la repetición del síntoma. El síntoma vuelve, insiste pese a la interpretación del analista. El síntoma tiene una estructura simbólica, de metáfora, es la envoltura formal significanrte que describe Lacan; pero también tiene relación con el goce, con el objeto causa del deseo, con el vacío de la estructura del deseo del sujeto, con el a. Por lo tanto el síntoma pone en juego una satisfacción que va más allá del principio del placer-displacer, y que está ligada a la compulsión a la repetición, a la pulsión de muerte. La causa del síntoma está articulada a la castración.

Así es que para Freud el síntoma es un conflicto entre el yo y las pulsiones, es la extraterritorialidad del síntoma. Freud ubica al síntoma entre la inhibición y la angustia, lo que Lacan va a retomar en su enseñanza.


Luis Polo