lunes, 9 de agosto de 2010

La angustia y la vida pulsional -por Enrique Acuña


La angustia y la vida pulsional (*)

Por Enrique Acuña



El titulo de esta intervención retoma el de una conferencia de Freud, de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, escritas en 1930 y publicadas en 1933. Esas nuevas conferencias son escritos, Freud había dado a un publico amplio, a un publico de no analistas, las primeras “Conferencias de introducción al Psicoanálisis”, y el segundo ciclo son escritos, porque Freud tiene un cáncer de lengua, entonces no podía hablar, de modo que el segundo ciclo es una escritura, con una retórica o un tono de discurso hablado, pero en verdad son escritos.

La angustia y la vida pulsional de entrada no están implicadas, conectadas, pueden ser experiencias de vida. Freud refiere, es una experiencia, que fue a Grecia, vio la Acrópolis de Atenas, y en lugar de quedar extasiado lloró, se angustio y tembló. Eso está en un texto que se llama “Un trastorno de la memoria en la Acrópolis”. ¿Porque la memoria?, porque el tiene un deja vú, un ya visto, cree que eso que esta ahí, la Acrópolis, ya lo vio alguna vez y ya lo vivió, pero de una manera tan extraña que ese que vivió eso no es él. El Otro del Inconciente, ese que vivió la experiencia de ver la belleza de la Acrópolis es él pero a la vez no es él.
Esta exterioridad, que después Freud articulará al fenómeno de lo siniestro o lo familiarmente extraño, es que la exterioridad se implica en el sujeto por alguna causa, por ejemplo, la angustia tiene que ver con la vida pulsional que implica al sujeto con el Otro. Para Freud, ese trastorno de la memoria es la evocación de algo que le ocurrió con el padre, fue más allá del padre. El trastorno de la memoria queda ligado a un contenido, primero representacional, el trastorno de la memoria es el recuerdo del padre tendero, judío, diciéndole, ¡tu podrás conocer lo que yo no he podido! Hubo angustia, todos los fenómenos de constricción del cuerpo angustiado que los psiquiatras rápidamente dicen que es más bien el angus, lo angosto, de un pecho constreñido, es un trastorno corporal que precisan o prefieren denominar ansiedad, que es un fenómeno del cuerpo.
La lectura biologista es que el afecto involucra un cuerpo pensado como un cuerpo neuronal o un cuerpo somático, la angustia transformada en un trastorno, no de la memoria como el de Freud, sino un trastorno, que es efectivamente pensado como una maquina corporal, exclusivamente terreno de la medicina. Es decir que la conexión causal entre el afecto y su representación va a pasar desapercibida, hay cortocircuito en la conexión del significante con su causa.

Por otra vía, el psicoanálisis plantea mas bien la conexión del sujeto con el Otro, que Lacan escribe (S) en relación (A). Entonces la angustia no es significante, hay significante cuando se restituye el lugar del Otro, lugar del Inconciente, la posibilidad, no de una falla, sino de que hay una consistencia, que eso quiere decir algo. Entonces, (S) relación (A) es la expresión de la significación que viene del Otro, queriendo decir que la angustia es por algo, señala una causa, la angustia es una señal,dice Freud, del yo frente a la emergencia de la pulsión.
La angustia se escribe: (S) relación (A tachado), quiere decir falta un significante en el Otro. El seminario que Lacan dedica al problema de la angustia, el seminario 10, esta montado sobre un análisis del existencialismo que en los años ‘60, es la doctrina filosófica imperante, es decir que hay un dialogo de Lacan con los filósofos, sobre todo con Sartre. Es el tiempo del El ser y la nada, pero ahí donde el existencialismo pone una existencia, para poner en juego la angustia, Lacan pone el ser como en falta. El (A) tachado, es también el Otro, hay un ser al que le falta algo, le falta su consistencia ontológica, es decir que no hay atributos que determinan bien cual es el Otro al cual estoy referido.
Lacan termina definiendo la angustia como un momento donde falta la falta. Hay una trampa ahí, porque yo diría mas bien que la angustia es encontrarme con la falta del ser, pero cuando Lacan dice: la angustia es la falta de la falta, se refiere a una falta del ser generadora de deseo. Entonces hay un nivel de la falta que es la existencia, y otro modo que es la relación del sujeto, no con la existencia, sino con el ser. Dos niveles: La existencia y el ser, este es el punto de discusión de Lacan con la filosofía de la época. Cuando Sartre dice que la angustia esta basada en el ser, que ese ser se relaciona con una existencia, Lacan dice ese ser se relaciona a un deseo inconciente. La falta en relación al deseo, no es lo mismo que la falta en relación a una existencia.

Freud, por su parte, tenía un primer esquema que es el esquema de la energía, la libido hace intercambio y une por la vía del amor los cuerpos. Pero por otro lado no hace intercambio con otros por la vía del amor ni une los cuerpos, sino que a veces se conecta al inconciente. Freud distribuye la libido por las instancias psíquicas, hay una libido del yo, una libido objetal, es decir esa libido, como moneda de cambio, es una energía que une los cuerpos por la vía del amor, o que une al yo con otra instancia que es el Inconciente. El modelo energético cambia y Freud plantea un segundo modelo donde la pulsión genera en el yo una señal. Cuando emerge la pulsión que no es ya una libido que entra en circulación con otros cuerpos por el modelo energético sino que es una carga, que pone en juego representaciones que en el yo, como lugar en donde se señala el peligro, genera un efecto que es la angustia. Conocemos esto como la segunda teoría de la angustia.

En "Inhibición síntoma y angustia", por otra parte, la vida pulsional no es solamente pulsión de muerte, se vive entre este movimiento que hay entre ciertas representaciones que darían color a la vida y ciertos objetos que dan oscuridad, eso es la pulsión de vida y muerte, color-oscuridad de representaciones. Hay cosas que tiene su representación y cosas que son un agujero. En el segundo modelo la angustia genera como señal del yo un movimiento o una tendencia a reprimir esas representaciones inconcientes.
Quiere decir que la angustia tiene una función, ya no es un fenómeno enegético vano sino que señala que hay una proximidad a una cosa, que Freud llama una situación peligrosa y que tiene dos canales o dos vías: lo peligroso puede ser perder el amor del otro en las mujeres o perder una parte del cuerpo propio, narcisisado y efectivamente querido en los hombres que como tienen pene, pueden perderlo. Corporización, entonces, del tener. La situación peligrosa evoca una situación traumática referida a una pérdida.
El problema epistemológico freudiano es pensar que hay un objeto anterior, mítico que se perdió, pero que hubo, fue la madre, el padre, etc. Hubo alguna vez un objeto adecuado a la pulsión. Esta evocación a la existencia de un objeto adecuado es mítica y en tanto mito es un invento montado sobre un agujero. Cualquier apelación a un mito es una apelación a una verdad,que es, no la verdad histórica, un poco vacilante sino una verdad referencial, mítica, es decir absoluta.
Entonces Freud dice: en la situación traumática apelo a una anterioridad, donde hubo un objeto que se perdió, ese es el trauma, ya que la experiencia es una pérdida, pero no la situación peligrosa, de pérdida, sino que hubo una anterioridad de pérdida. A la razón biológica propuesta por rank en su trauma del nacimiento freud opone mas bien las protofantasías, que son intentos de reproducir míticamente el origen. Germán García decía una vez que las cuatro columnas de un neurótico son sus protofantasías. Freud apela al mito, pero en el trauma se destruye cualquier mito que tenga, por eso es traumático algo, por que no hay explicación.

La angustia se vive, entonces, en dos niveles. Un nivel, se puede decir, tiene que ver con los objetos del mundo. El mundo esta poblado de seres, de imágenes, de otros, objetos que consumimos, etc. Indudablemente que si pierdo mi celular la angustia que me va a dar perder mi celular, no va a ser jamás tan grande como si por ejemplo, experimento la amputación de un miembro, una mano. Freud dice que esos objetos, que intervienen en la situación peligrosa, deben tener un interés libidinal para el sujeto.

Ahora bien, esta vida pulsional, entre los objetos que amo y el treauma que remite al agujero donde no hay objeto, esta vida ocurre en repetición. Freud dice lo siguiente: “un neurótico es alguien que repite en términos de acción”.
En "Dinámica de la transferencia" y en "Recuerdo, repetición y elaboración", dice que la neurosis con un analista se reproduce de manera artificial y al reproducirse de manera artificial el neurótico actúa, sin saber lo que esta actuando. El agieren freudiano es una acción. La neurosis de transferencia repite las condiciones de la neurosis, pero no puede ser la misma neurosis. ¿Por qué?, porque el analista esta ahí impidiendo que se repita lo mismo. Lacan lee esto y articula la repetición con la diferencia. La elaboración supone que hay una nueva significación del síntoma. Nueva significación del síntoma quiere decir lo que aparecepor este dispositivo que me hizo reproducir las cosas igual pero como diferencia. Para freud la repetición supone un límite al recuerdo, de lo contrario la cura no sería mas que una reminiscencia platónica, sin posibilidad de generar algo nuevo.
La repetición, dice Freud, tiene la forma –y es muy interesante que sea en el único lugar en que lo dice- de una obsesión a repetir, como si fuera una idea que se impone volver a hacerlo y lo liga con la compulsión a la repetición que era un fenómeno observable. O sea que la manifestación de una pulsión es ¡no puedo dejar de hacer tal cosa! Pero se trata de un hacer, no de un decir.
Quiere decir que la pulsión no habla, actúa. Actúa a tal punto de gobernar una vida. Es un movimiento que nace de una fuente, tiene un recorrido y parece que se dirige algún lado, parece tener una direccionalidad. No es instinto porque el instinto va hacia el objeto mientras la pulsión se mueve en algún lado pero no se sabe hacia donde va, no tiene objeto, sin embargo cuando va haciendo su recorrido, va dibujando algo, que es el objeto, capturado por el recorrido de la pulsión.
Una paradoja esencial que hay que entender para hacerse analista es que la pulsión no tiene objeto porque se satisface en su propio recorrido, es decir no se satisface en el objeto droga, por ejemplo, no se satisface en la cocaína, paradójicamente se satisface en el hecho, de que alguien no encuentra en la cocaína la satisfacción que buscaba, entonces tenemos el fracaso del encuentro con el objeto y eso es la repetición, el fracaso del encuentro. En ese fracaso con el encuentro ¿Quién ganó?: el recorrido mismo.

¿Que relación hay entre la angustia y la pulsión entonces? La angustia fue el encuentro, encuentro con la falta de un objeto, y la pulsión es el fracaso del encuentro también, pero no con un objeto imaginario, un objeto del mundo, sino con algo que está en el mismo momento en que estoy hablando de ello. Pero, dije, la pulsión no habla, es silenciosa, entonces, el problema es que estamos hablando de un sujeto ya en análisis, estamos hablando de alguien que esta bajo las palabras.

En “La captación de la angustia por el síntoma”, un artículo que está en Resonancia y silencio planteo el problema de porqué Freud no resuelve el hecho de que la vida pulsional, o sea la vida inconciente, sea mejor que una vida angustiada. La vida angustiada es el desencuentro permanente con objetos del mundo, la vida pulsional es el desencuentro permanente con los objetos de cada uno.
Lacan resuelve esto en un primer momento de su enseñanza, en el año 1952, en un texto que se llama “Intervención sobre La transferencia”diciendo: “la transferencia es el modo en que un sujeto se relaciona con sus objetos de una manera más o menos permanente”. Diciendo que el único modo en que un sujeto se relaciona con un objeto de manera permanente es lo que Freud llamó fantasía y que Lacan remite a la idea de un fantasma que es una frase fundamental.
Lo importante aquí es ver que en Freud hay dos modos de hacer aparecer la angustia ligada a la pulsión. Una es la compulsión a la repetición, fenómeno observable en el mundo, y otra es la pulsión que aparece en análisis como silencio. Y es lo que hace que alguien insista por ejemplo, y vuelva al mismo lugar, incluso al mismo lugar que es el del analista. Es una experiencia de desencuentros, el psicoanálisis, pero porque responde a la estructura del objeto que falta en esa relación entre el sujeto y el inconciente. Un análisis es una experiencia de buscar la palabra justa y decir esa palabra, encontrarse con esa palabra que nombre el mundo justo de alguien, la causa justa de alguien.
Deleuze en su libro “Repetición y Diferencia”, toma un ejemplo que es Alicia, no la clásica Alicia en el país de las maravillas, sino Alicia a través del espejo y dice: “ella encuentra signos en los árboles, en el gato que se ríe, en la exclamación de la reina de corazones, va encontrando signos, es decir, palabras que remiten a un significado justo”, no hay desencuentro, no hay equivoco de palabras. Entonces Deleuze dice: si hacemos el análisis lógico, semántico, de los distintos encuentros con frases que tiene el personaje, vemos que hay un nivel de análisis lógico, un nivel de análisis semántico, significado; y otro que, sin ser lógico y semántico, remite a la interpretación que ella le quiere dar a cada cosa que encuentra.
Supongamos que Alicia cae en el agujero del pozo y se encuentra con un frasco de mermelada vacía. En lugar de sentir la experiencia del agujero, de estar cayendo en un pozo, dice ¡ah! era una mermelada de naranja. Entonces ya conecta el agujero de la experiencia, con, no un signo lingüístico, sino un significante, mermelada de naranja, que puede remitir para ella a la experiencia de placer de haber comido una mermelada o al vacío del frasco. El análisis que hace Deleuze es muy interesante, porque es que cuando analizamos, estamos en un nivel semántico, donde las cosas tienen un significado, y hay otro nivel más lógico, donde alguien va nombrando las cosas y va dejando siempre algo sin nombrar, por eso no hay mas bien diferencia. Una diferencia que está en el nivel de la interpretación, ni lógica ni semántica, sino interpretativa.

En La Plata hicimos una experiencia: leen 9 personas un solo tema. El texto es el famoso texto de Kierkegaard "La repetición" que los franceses traducen como reprisse que es una palabra que designa repetición como captación pero también "reposición" , como cuando en teatro repongo una obra, por ejemplo Hamlet, todos los Hamlet que se hagan no van a ser nunca el Hamlet que interpretó el equipo actoral de Shakespeare. Sobre un mismo texto la "reprise", la re-posición o re-puesta tiene diferentes interpretaciones. Cada actor va a interpretar al nuevo Hamlet de una manera diferente. Entonces hicimos una traducción del prologo del libro La reprise donde lo que tomamos en cuenta es que la reposición quiere decir que toda repetición, obliga a aquel que repite a ponerse en una posición diferente con respecto al objeto. Entonces esas vueltas hacen que el sujeto cambie su posición con respecto a los objetos y esa es la diferencia, la reposición.

Para finalizar, me gustaría destacar del texto de 1932, La angustia y la vida pulsional, que Freud concluye diciendo que no existen seres desangustiados, libres de angustia.
Que un psicoanalista, sería un error pensar que va a curar la angustia, lo que puede hacer un analista, es ceder un poco, hacer ceder o no, al objeto que causa la angustia, entonces, lo que puede es que la angustia, señal del yo, sea la señal, que Lacan transforma, en un signo de deseo, es decir, lo que le esta señalando la angustia es que ahí se aproxima algo de su deseo.
Huyó, ¿huyó para que no lo pesquen?, ¿o porque lo pescaron ante la proximidad de un objeto pulsional que no sabia que era su objeto, pensaba que era extraño a él?.


(*) Versión abreviada de la clase de apertura del seminario clínico Los conceptos fundamentales: la repetición y la pulsión. Delegación Posadas, ciclo 2010. 16-17 de abril.
Desgrabación: David Vandendorp. Establecimiento del texto: Christian Gómez.