SEMINARIO
CLINICO ANUAL DEL CID CORRIENTES-CHACO DEL IOM 2: SINTOMA Y PULSION: CLINICA ACTUAL DE LAS
NEUROSIS:
5°
CLASE: Función del
diagnóstico y clínica diferencial-Pluralización de los nombres del
Padre-Clínica de los enganches y desenganches-las psicosis ordinarias.
El
viernes 26 de julio continuando con el Seminario Clínico anual, se introdujo el
tema de la clase mencionando la distinción entre clínica estructural y clínica borromea. La primera, correspondiente a la denominada
etapa estructuralista de Lacan, discontinuista,
centrada en la presencia o no del Nombre
del padre, para definir la estructura psíquica de un sujeto, a partir de lo que
tiene de discontinuo un caso. La segunda,
correspondiente a los desarrollos de lacan a partir de los años 70 , en la cual a partir de los registros real, simbólico
e imaginario, se piensa en los desanudamientos o “desenganches” y posibles
reenganches del sujeto en función de los mismos, pensando en lo que hay de
continuo en el caso.
La
primera parte de la clase se centró en ubicar conceptos. En lo que atañe a la clínica estructural, se describió lo
que hay de “estructuralista” en el psicoanálisis, para justamente, mostrar su
particularidad, esto es la introducción en la estructura de un elemento no significante, carente de representación.
Se indicó que la respuesta del sujeto a esa falta se puede escribir en términos
de estructura
(neurosis-psicosis-perversión).y también permitiría pensar sobre los tipos
clínicos en cada estructura.
Se intentó
ubicar las tensiones entre las categorías
universal, particular y singular, por la cuales circulan las
clasificaciones y las intervenciones posibles, para concluir que, en la
dirección de la cura, si bien se intenta ubicar lo particular y lo universal para obtener cierta orientación, se opera con lo singular, que escapa siempre
a la clasificación.
Así,
se fue derivando en la introducción a la clínica borromea, cuyas
conceptualizaciones comienzan con Lacan alrededor de los años 70. Desde ésta
óptica se problematiza sobre lo que
mantiene “enganchados” los registros real, simbólico e imaginario en el sujeto,
siendo el Nombre del Padre uno de los
enganches posibles, junto a otros arreglos sintomáticos, que, a modo de
suplencia, pueden ejercer ésta función.
Se
mostró de qué manera es posible relacionar estos dos modos de pensar la
clínica, mostrando que no había incompatibilidad entre los mismos. Si la
clínica estructural orienta a la hora de ubicar en un universal, lo
particular (las estructuras), la clínica borromea, brindaría herramientas
valiosas para operar sobre la singularidad del caso.
En
este punto se introdujo la temática de las psicosis ordinarias, destacando que
ésta nominación surge en el marco de una serie de conversaciones clínicas
iniciadas en Francia, ante la evidencia de casos clínicos “raros”. Se remarcó
que se trata de un campo de
investigación y no un diagnóstico para pensar ciertas particularidades de la
clínica actual, donde las presentaciones clínicas no evidencian los fenómenos
“clásicos” de las psicosis o neurosis.
Se realizó un intercambio con el auditorio en el cual surgieron aportes
e interrogantes que dejaron cierta inquietud por seguir investigando en este campo.
Se
hizo mención a las referencias bibliográficas que orientaron la clase como ser
los textos de Jacques Alain Miller y
otros “Las Psicosis Ordinaria”, el de Enrique Acuña “Desclasificar: uno
no-destino para lo singular” y de
Marcelo Ale ¿nos orienta el diagnóstico en la dirección de la cura?.
También
el libro de Juan Carlos Indart “Entre Neurosis y Psicosis”.
Micaela Durruty