Centro de Investigación y Docencia (C.I.D.) Corrientes-Chaco Instituto Oscar Masotta 2.
martes, 27 de marzo de 2012
miércoles, 30 de noviembre de 2011
SEMANA JACQUES LACAN : 7º seminario intensivo del I.O.M. - jueves 8 diciembre (sede EOL)
Semana Jacques Lacan

Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de Paris VIII
La enseñanza de Lacan y sus consecuencias en la práctica
7º Seminario Intensivo del IOM
Jueves 8 de diciembre 2011
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Sede de la EOL
Presentación del film
10.30 a 12 Hs. “La primer sesión” de Gerard Miller
Roberto Mazzuca - Carlos Gustavo Motta
13 a 14 Hs.
Reunión Institucional
14 a 15,30 Hs. Conversación Clínica
Germán García – Stella Palma
M. Alejandra Chada Buchanan “Runaway Proyect” San Luis
Ofelia Wyngaard “Un relato de análisis a partir de tres sueños” Tucumán
Laura Palotta “Pensar la dirección de la cura en una institución de salud mental” Ushuaia
15,30 a 17 Hs. Conferencias
"Jacques Lacan, un ideal de simplicidad" Jorge Chamorro
"Su excelencia el síntoma" Samuel Basz
Seminario gratuito y cerrado para los participantes del IOM
EOL Sede en Buenos Aires Av. Callao 1033 – 5º piso – CP 1023
Tel. (54 11) 4811 2707 Fax. (54 11) 481-4300
JORNADAS ANUALES DEL IOM CORRIENTES-CHACO -2 DICIEMBRE-
JORNADA ANUAL
ACID-IOM Corientes - Chaco
ACID-IOM Corientes - Chaco
"El Analista en la ciudad"
La Identidad del Yo vs. Indentificaciones del Sujeto *
Viernes 2 de diciembre
Café Fénix 18 hs.
Resistencia. Chaco
(18 hs) Apertura:
El Analista en la ciudad. Creación de la ACID-IOM
Maria Jose Roca. Presidente de la ACID IOM Corrientes-Chaco.
(18:30 hs) 1º mesa:
Identidad e Identificación –
Participantes: Luís Polo, Ariel Scherman, Luciana Molfino. (Miembros de la ACID) Héctor Ariel Lugo. (Lic en Filosofía U.N.N.E)
Moderador: Laura López Urdapilleta
(19:15) 2º mesa:
Subjetividad, sujeto y pulsión –
Participantes: Damián Leikis, Micaela Durruty (Miembros de la ACID). Flavio Guglielmi (Prof en Filosofía U.N.N.E)
Moderador: Carla Molina
Break
(20:30 hs) 3º mesa:
Presentación de Publicaciones:
“Conceptual.Estudios de psicoanálisis” nº 12. y
“Fri(x)iones. Entre el psicoanálisis y la cultura” nº 1
Participantes: María Isabel D`Andrea (Miembro de la ACID) Lorena Danieluk (Miembro de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones)
Moderador: Emilio Fernandez
(21:15 hs) 4º Mesa
Cierre: Mesa redonda:
Cierre: Mesa redonda:
El analista en la ciudad. Construcciones de una ciudad analítica.
Participantes: Fernando Abelenda (Miembro de la ACID). Carlos Lezcano (Periodista, ex Sub-Secretario de Cultura de la Pcia de Corrientes) Cristina Matta (Periodista).
Moderador: José María Chaín
miércoles, 16 de noviembre de 2011
COMUNICADO DE LA CONSTITUCION DE LA A. C. I .D. -Asociación Centro de Investigación y Docencia-
***La Asociación Centro de Investigación y Docencia Corrientes-Chaco (A.C.I.D.) se reunió en la noche del miércoles 5 de octubre en un lugar de cultura de la ciudad (librería De La Paz) en Resistencia, en la 1° Asamblea, desde que se constituyó su Personería Jurídica.
Durante la reunión , donde no faltaron los típicos mates; costumbre muy propia de la zona a pesar de la hora , se leyeron los Estatutos de la nueva Asociación y su Reglamento Interno (1), abriéndose luego un espacio para el debate y nuevas propuestas, el cual resultó muy interesante debido al número de participantes y a la diversidad (estudiantes de psicología, profesionales recientes y otros de mayor trayectoria) todos convergiendo en el interés de continuar en el estudio y la difusión del psicoanálisis en la orientación lacaniana.
En relación a la parte organizativa, se conformaron las cuatro (4) Comisiones de Trabajo que se describen en el Reglamento, se conformó la lista de miembros y participantes y se estipuló el valor sus respectivas cuotas societarias.
Se detalla a continuación la conformación de la Comisión Directiva y de las nuevas Comisiones:
* Con detalle de M (miembro) y P (participante)
COMISION DIRECTIVA:
PRESIDENTE: María José Roca
SECRETARIO: Damián Leikis
TESORERO: José María Chaín
VOCALES TITULARES: Ariel Scherman, Carla Molina Mañanes, Mariana Ramirez
VOCALES SUPLENTES: Emilio Fernandez, María Isabel D´Andrea, Micaela Durruty
REVISOR DE CUENTAS TITULAR: Laura Lopez Urdapilleta
REVISOR DE CUENTAS SUPLENTE: Luciana Molfino
*COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN Y MÓDULOS
Maria Isabel D´ Andrea (M)
Carlos Rafael Trujillo (P)
Mará Castañón (P)
Julián Barreda (M)
Mará José Roca (M)
*COMISIÓN DE PUBLICACIONES Y DIFUSION
Luciana Molfino (M)
Ariel Scherman (M)
Damián Leikis (M)
Luis Polo (M)
*COMISIÓN DE ENSEÑANZAS
Juan Pablo Dellamea (M)
Micaela Durruty (M)
Carla Molinas (M)
Emilio Fernández (M)
Meliza Lozina (P)
*COMISION DE BIBLIOTECA
José Maria Chaín (M)
Damián Leikis (M)
Maria José Roca (M)
*Cada Comisión tiene un Responsable de la misma y un Coordinador el cuál será miembro de la C.D.-
Se establecieron También las fechas de realización de las actividades del Programa de Investigaciones Clínicas (P. I. C.), en hospitales de ambas provincias en lo que resta del año 2011.
La fecha de la próxima reunión de la ACID que se realizará en la ciudad de Corrientes será el dia miércoles 8 de noviembre.
Maria José Roca
-Presidente A.C.I.D.-
Damian Leikis
-Secretario A.C.I.D.-
Enrique Acuña
-Director del Centro de Investigación y Docencia Corrientes-Chaco ( I.O.M.).-(1) -Los Estatutos y el Reglamento Interno de la Asociacion Centro de Investigacion y Docencia esta a disposición para su consulta por los Miembros y Participantes.-
viernes, 30 de septiembre de 2011
Jacques Lacan, un detalle (Homenaje a 30 años de su adiós) por Enrique Acuña
Jacques Lacan, un detalle
Septiembre lacaniano. A 30 años del adiós de Jacques Lacan algo perdura de su deseo. Una voz que resuena, a pesar de; es la de Jacques-Alain Miller quien publica su Vida de Lacan -escritos para la opinión ilustrada- que, como las Vidas paralelas de Alejandro y César (Plutarco) subraya mejor el cursus de una vida según sus realizaciones efectivas, mas que las anécdotas biográficas del álbum familiar. Hay entonces al menos un detalle a seguir.
Parecería que la vieja teoría del kaos se invierte: el aleteo de una mariposa en Saigón, está ahora en Paris y causa vientos que se amplifican provocando una tormenta en… Homenajes y medios masivos hablan de Lacan. Figura odiada y amada, dialéctico, avanza enmascarado. Hace su pase al siglo XXI con el psicoanálisis como traje cuasi perfecto, aunque múltiple. En fin, un gran hombre o cualquiera, pero seguro alguien que no se presta a la historia oficial.
Cito aquí a Miller: “Algunos se complacían en atribuirle bajas pasiones que son, lo juraría, las suyas propias: fortuna, notoriedad, poder. Pero todo eso cae por su propio peso para el hombre de deseo, son medios de su deseo, no es su deseo. Lacan encarnaba por lo contrario lo que hay de enigmático, de poco tranquilizador, incluso de inhumano en el deseo, y sigue siendo todavía hoy un enigma. Encarnaba algo como aquel ¿Qué quieres? Del que él mismo hace en su grafo el punto de pívot del deseo.”
Para Elizabeth Roudinesco –por alguna oscura razón que ya insiste en su Diccionario con la tendenciosa entrada a Oscar Masotta- en su último libro Lacan, envers et contre tout (Ed. Seuil, 2011): “Se trata de la historia del psicoanálisis y de su historiografía, donde todo pasa entonces retroacción y en un contexto, (…) Lacan -después de Freud, y todos sus sucesores- es siempre mirado tanto como un demonio como un ídolo”, pero agrega, es por culpa de los psicoanalistas que “prefieren la memoria a la historia”(…) “enemigos de su disciplina y su herencia”. (pag. 12-13)
Ella supone que ya pasó la época heroica del psicoanálisis y que ahora los analistas “se transforman en psicoterapeutas organizados en una profesión reglamentada por el estado”. Muerto ya el último gran hombre de la aventura intelectual que sería Lacan, se podrá hablar a las nuevas generaciones de “otro Lacan confrontado a sus excesos”.
La historiadora recurre a una historiografía basada en la obra cerrada más que en la enseñanza abierta, inconclusa. Se trata de los motivos personales, baúl de anécdotas entre lo público y lo privado; olvidando la dimensión del “secreto para si mismo”, “rasgo de genio” que habita el psicoanálisis.
Nosotros, lectores de Borges, preferimos evocar lo múltiple de alguien que teje la red entre sus precursores y sus sucesores, en un vector que anuda el pasado con el futuro, según la temporalidad de un futuro-anterior. Leemos así:
Lacan kafkiano, el que crea sus precursores, autorizandose en la cita a Freud, Spinoza, Aristóteles, Clearembault, Levi-Strauss, Kant y Sade, pero también la cibernética, la topología, la lógica y el clasicismo de la enciclopedia francesa.
Lacan épico, en su doble retorno: primero, al sentido de Freud en tanto una dirección que va hacia un objeto “vacío de Dios”, mientras se objeta como pecado original de Freud el hacer de padre con su invención. Segundo: retorno al sentido de la historia por lo que la objeta, roca en el camino que la hace durable, captando el objeto por lo imposible de decir. Ese es un real que se vuelve su síntoma y lo obliga reinventar el psicoanálisis.
Lacan paródico: en su operación de retorno a las fuentes para hacerles decir algo de lo que conviene a su desarrollo: “la parodia de nuestro discurso: sea que se atenga uno a su etimología que indica un acompañamiento, e implica la precedencia del trayecto parodiado” (Obertura a los Escritos). Es ese proseguir al lado de Freud. Algo que Masotta aprende bien al fundar su Escuela de Buenos Aires.
Lacan ético: el que se ofusca ante el semáforo rojo, para no ceder a su deseo de existir. Solitario en su continuidad: “Entristecí a una persona muy próxima a Lacan al decirle que si bien él me había instalado en la posición de redactar sus seminarios, de todas maneras yo veía en él un cierto lado después de mi el diluvio.” - dice Miller. Es así que Lacan no dejará otra herencia que un enunciado sin enunciación fija, una equis (x) a ser interpretada por quienes lo sigan. Salto mortal en el aire, en un movimiento que va del precursor al sucesor.
Lacan significante: Como planteó Germán García en su lectura de Vida de Lacan con el subtítulo: la discreción de Jacques-Alain Miller. Es que el significante es discreto, no es sin otro significante en la acción de la estructura del lenguaje. Como aquello que se impone, el significante se interpreta por el Otro que opera sobre el sujeto. Dos caras entonces, su dimensión semántica como su dimensión pragmática. La primera es interminable, atañe al sentido que se escapa, la segunda se verifica.
Jacques-Alain Miller se sucede temporalmente con otro deseo. Recrea, elucida y dicta un curso donde interpreta la actualidad del psicoanálisis, pintando sus problemas cruciales con un pincel tan clínico como lógico. Enseñanza de un sucesor nombrado explícitamente por el precursor.
Analizamos entonces el contexto de la historia basada en el archivo mas profano, del significante “Lacan”. En el informado libro La constelación del sur- traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX- de Patricia Wilson leemos: “si se piensa que un texto se completa con su marco de lecturas, que el polo de recepción interviene en el soporte textual, convirtiéndolo así en objeto estético, toda traducción no puede sino ubicarse dentro de la literaria importadora.”
Así la estética de la recepción de un texto depende del contexto histórico-político que determina las lecturas, según el horizonte de expectativas, es decir que el sentido último quedaría en manos del lector-importador. Esto lleva a la pregunta acerca de qué sucesor de Lacan supone el lector del siglo nuevo. Y en nuestros países glocalizados.
El detalle que faltaba: el deseo del analista. Ubicado entre el precursor Freud y el sucesor Miller, “Lacan” se traduce en una modalidad no semántica –no ya el vocabulario como adecuación- sino una política del decidir: lo que queda por transcribir de su enseñanza, o de “su manía de neologismo” de la que Roudinesco se queja. Lo que queda por traducir de Lacan son las formas actuales en que se puede encarnar en alguien como la clínica de “el deseo del analista”. Claro que no es sin un modo de organización ad hoc, según nuestros mercados comunes en crisis, en el contexto que permite que esa (x) se transmita.
Tomando el detalle en su ejemplo, en un seminario dado en Brasil en 1991, diez años después de la muerte de Lacan; Miller pregunta “¿No podemos decir que hay algo del deseo de Lacan en esta estructura del deseo del analista?”, cita del prefacio de ese seminario publicado en Buenos Aires en 1997 como El deseo de Lacan por Germán García, quien responde: “El deseo de Lacan era su singularidad, mientras que el deseo del analista que propuso se dirige al despertar de cada uno”
Los llamados analistas lacanianos ¿Qué hacemos con Lacan como puro significante? Pregunta que se impone como aquel addagio arábe que reza: “y cuando el pájaro haya volado… ¿qué haremos con la jaula?”. Seguramente otra cosa que encerrarnos en los límites del lenguaje de cada uno. La comunidad que viene será lacaniana. Apuesta al significante.-
La Plata, primavera del 2011.
En el vocabulario crítico, la palabra precursor es indispensable,
pero habría que tratar de purificarla de toda connotación de polémica o de rivalidad.
El hecho es que cada escritor crea a sus precursores.
Su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro.
En esta correlación nada importa de la identidad o la pluralidad de los hombres.
Jorge L. Borges (“Kafka y sus precursores”)
Septiembre lacaniano. A 30 años del adiós de Jacques Lacan algo perdura de su deseo. Una voz que resuena, a pesar de; es la de Jacques-Alain Miller quien publica su Vida de Lacan -escritos para la opinión ilustrada- que, como las Vidas paralelas de Alejandro y César (Plutarco) subraya mejor el cursus de una vida según sus realizaciones efectivas, mas que las anécdotas biográficas del álbum familiar. Hay entonces al menos un detalle a seguir.
Parecería que la vieja teoría del kaos se invierte: el aleteo de una mariposa en Saigón, está ahora en Paris y causa vientos que se amplifican provocando una tormenta en… Homenajes y medios masivos hablan de Lacan. Figura odiada y amada, dialéctico, avanza enmascarado. Hace su pase al siglo XXI con el psicoanálisis como traje cuasi perfecto, aunque múltiple. En fin, un gran hombre o cualquiera, pero seguro alguien que no se presta a la historia oficial.
Cito aquí a Miller: “Algunos se complacían en atribuirle bajas pasiones que son, lo juraría, las suyas propias: fortuna, notoriedad, poder. Pero todo eso cae por su propio peso para el hombre de deseo, son medios de su deseo, no es su deseo. Lacan encarnaba por lo contrario lo que hay de enigmático, de poco tranquilizador, incluso de inhumano en el deseo, y sigue siendo todavía hoy un enigma. Encarnaba algo como aquel ¿Qué quieres? Del que él mismo hace en su grafo el punto de pívot del deseo.”
Para Elizabeth Roudinesco –por alguna oscura razón que ya insiste en su Diccionario con la tendenciosa entrada a Oscar Masotta- en su último libro Lacan, envers et contre tout (Ed. Seuil, 2011): “Se trata de la historia del psicoanálisis y de su historiografía, donde todo pasa entonces retroacción y en un contexto, (…) Lacan -después de Freud, y todos sus sucesores- es siempre mirado tanto como un demonio como un ídolo”, pero agrega, es por culpa de los psicoanalistas que “prefieren la memoria a la historia”(…) “enemigos de su disciplina y su herencia”. (pag. 12-13)
Ella supone que ya pasó la época heroica del psicoanálisis y que ahora los analistas “se transforman en psicoterapeutas organizados en una profesión reglamentada por el estado”. Muerto ya el último gran hombre de la aventura intelectual que sería Lacan, se podrá hablar a las nuevas generaciones de “otro Lacan confrontado a sus excesos”.
La historiadora recurre a una historiografía basada en la obra cerrada más que en la enseñanza abierta, inconclusa. Se trata de los motivos personales, baúl de anécdotas entre lo público y lo privado; olvidando la dimensión del “secreto para si mismo”, “rasgo de genio” que habita el psicoanálisis.
Nosotros, lectores de Borges, preferimos evocar lo múltiple de alguien que teje la red entre sus precursores y sus sucesores, en un vector que anuda el pasado con el futuro, según la temporalidad de un futuro-anterior. Leemos así:
Lacan kafkiano, el que crea sus precursores, autorizandose en la cita a Freud, Spinoza, Aristóteles, Clearembault, Levi-Strauss, Kant y Sade, pero también la cibernética, la topología, la lógica y el clasicismo de la enciclopedia francesa.
Lacan épico, en su doble retorno: primero, al sentido de Freud en tanto una dirección que va hacia un objeto “vacío de Dios”, mientras se objeta como pecado original de Freud el hacer de padre con su invención. Segundo: retorno al sentido de la historia por lo que la objeta, roca en el camino que la hace durable, captando el objeto por lo imposible de decir. Ese es un real que se vuelve su síntoma y lo obliga reinventar el psicoanálisis.
Lacan paródico: en su operación de retorno a las fuentes para hacerles decir algo de lo que conviene a su desarrollo: “la parodia de nuestro discurso: sea que se atenga uno a su etimología que indica un acompañamiento, e implica la precedencia del trayecto parodiado” (Obertura a los Escritos). Es ese proseguir al lado de Freud. Algo que Masotta aprende bien al fundar su Escuela de Buenos Aires.
Lacan ético: el que se ofusca ante el semáforo rojo, para no ceder a su deseo de existir. Solitario en su continuidad: “Entristecí a una persona muy próxima a Lacan al decirle que si bien él me había instalado en la posición de redactar sus seminarios, de todas maneras yo veía en él un cierto lado después de mi el diluvio.” - dice Miller. Es así que Lacan no dejará otra herencia que un enunciado sin enunciación fija, una equis (x) a ser interpretada por quienes lo sigan. Salto mortal en el aire, en un movimiento que va del precursor al sucesor.
Lacan significante: Como planteó Germán García en su lectura de Vida de Lacan con el subtítulo: la discreción de Jacques-Alain Miller. Es que el significante es discreto, no es sin otro significante en la acción de la estructura del lenguaje. Como aquello que se impone, el significante se interpreta por el Otro que opera sobre el sujeto. Dos caras entonces, su dimensión semántica como su dimensión pragmática. La primera es interminable, atañe al sentido que se escapa, la segunda se verifica.
Jacques-Alain Miller se sucede temporalmente con otro deseo. Recrea, elucida y dicta un curso donde interpreta la actualidad del psicoanálisis, pintando sus problemas cruciales con un pincel tan clínico como lógico. Enseñanza de un sucesor nombrado explícitamente por el precursor.
Analizamos entonces el contexto de la historia basada en el archivo mas profano, del significante “Lacan”. En el informado libro La constelación del sur- traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX- de Patricia Wilson leemos: “si se piensa que un texto se completa con su marco de lecturas, que el polo de recepción interviene en el soporte textual, convirtiéndolo así en objeto estético, toda traducción no puede sino ubicarse dentro de la literaria importadora.”
Así la estética de la recepción de un texto depende del contexto histórico-político que determina las lecturas, según el horizonte de expectativas, es decir que el sentido último quedaría en manos del lector-importador. Esto lleva a la pregunta acerca de qué sucesor de Lacan supone el lector del siglo nuevo. Y en nuestros países glocalizados.
El detalle que faltaba: el deseo del analista. Ubicado entre el precursor Freud y el sucesor Miller, “Lacan” se traduce en una modalidad no semántica –no ya el vocabulario como adecuación- sino una política del decidir: lo que queda por transcribir de su enseñanza, o de “su manía de neologismo” de la que Roudinesco se queja. Lo que queda por traducir de Lacan son las formas actuales en que se puede encarnar en alguien como la clínica de “el deseo del analista”. Claro que no es sin un modo de organización ad hoc, según nuestros mercados comunes en crisis, en el contexto que permite que esa (x) se transmita.
Tomando el detalle en su ejemplo, en un seminario dado en Brasil en 1991, diez años después de la muerte de Lacan; Miller pregunta “¿No podemos decir que hay algo del deseo de Lacan en esta estructura del deseo del analista?”, cita del prefacio de ese seminario publicado en Buenos Aires en 1997 como El deseo de Lacan por Germán García, quien responde: “El deseo de Lacan era su singularidad, mientras que el deseo del analista que propuso se dirige al despertar de cada uno”
Los llamados analistas lacanianos ¿Qué hacemos con Lacan como puro significante? Pregunta que se impone como aquel addagio arábe que reza: “y cuando el pájaro haya volado… ¿qué haremos con la jaula?”. Seguramente otra cosa que encerrarnos en los límites del lenguaje de cada uno. La comunidad que viene será lacaniana. Apuesta al significante.-
La Plata, primavera del 2011.
jueves, 22 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
miércoles, 17 de agosto de 2011
martes, 2 de agosto de 2011
5ta.clase SEMINARIO CLINICO. "LA INTERPRETACIÓN -enunciado/ enunciación-"
Seminario Clínico Anual
del CID Corrientes-Chaco, Ciclo 2011:
“El sujeto del psicoanálisis
-identidad, identificación, insignia-”
Clase:
“La interpretación – Enunciado y enunciación”
Docente: Fernando Abelenda
Interlocutor: Laura ópez Urdapilleta
Docentes CID Corrientes-Chaco
Viernes 5 de agosto, 20:30hs.
El Mariscal, Salta y Pellegrini, Corrientes.
Consultar programa y actividades del CID Corrientes-Chaco en Blog El Puente: http://elpuentecidiom.blogspot.com/
domingo, 26 de junio de 2011
Comentario sobre el Coloquio-Seminario
Coloquio-seminario EL SINTOMA Y LA ESCRITURA
a cargo de Enrique Acuña
El pasado 29 y 30 de Abril se llevo a cabo un Coloquio-seminario del I.O.M., ocasión en la que se contó con la presencia del director del C.I.D. Enrique Acuña, quien se orientó en el programa propuesto para este año a partir de la lectura de “Los signos del goce” de Jacques-Alain Miller, bajo el subtitulo El sujeto del psicoanálisis identidad-identificación-insignia.
El día viernes, Acuña desarrollo como tema “El síntoma y escritura”, haciendo hincapié que tanto la identidad como la identificación se presentan socialmente como modos de nombrarse, vinculados a designaciones como “yo soy” o “tu eres” o “somos”.
A partir de la oposición entre individuo y sujeto señaló que, ante todo, al hablar de sujeto del inconsciente no se trataría del individuo con su identidad, puesto que no existe un inconsciente colectivo. Hay sujeto del psicoanálisis en la medida que alguien habla y toma el retorno de los efectos de significación. Alguien que habla hace su signo de referencia.
Más adelante, recordaba a Freud quien consideraba que hay identificación cuando hay ausencia de la cosa a nombrar. Ejemplo el mecanismo de transformación del yo ante el objeto perdido en el duelo. De ese modo, el sujeto del psicoanálisis no se monta sobre el yo del reconocimiento en el eje imaginario sino sobre el objeto que se pierde como real en ese movimiento del reconocimiento, y que deja una identificación como marca de lo simbólico.
Respecto a Lacan, en su texto “Función y campo de la palabra” de los Escritos , Acuña señaló que el sujeto es alteridad radical, marcado por palabras, razón por la que el lenguaje no logra decir el predicado último que define a ese sujeto. Recordó que Freud advirtió sobre la dimensión del síntoma que promueve una experiencia de satisfacción, economía de placer que en otro nivel se vuelve displacer: una formula lacaniana del goce.
Por ello el síntoma en su vertiente de sentido y de goce se puede enganchar para hablar en la función de la palabra, o para leer en una escritura. El inconsciente, como lugar del Otro (A) es un escrito que envía un mensaje en forma invertida, al mismo inconsciente donde el sujeto S(A) es un efecto de significación. El inconsciente como escrito remite a un sentido que, por una parte es descifrable y por la otra no lo es. Y es esta operación la que da lugar a interrogar que tipo de literatura, es decir de interpretación, corresponde al inconsciente como escrito.
El hablante hace una retórica, articula una red de enunciados, pero no dice de su estilo como objeto que resta en el decir. Retórica y estilo son dos vertientes es lo que lleva a preguntar por el estilo del quien habla, que a-priori no se sabe quien es. Si se localiza este autor, se produce un pasaje del sentido al signo.
¿Cual es el procedimiento de la escritura en el inconsciente? Refiere Acuña que el psicoanálisis es el pasaje del goce de un sufrimiento, de un displacer, de un silencio del sufrimiento, al de un goce del sentido, que obliga la interpretación y marca la entrada en el análisis. Gozar del sentido supone una cierta sustitución del sufrimiento, implica a un sujeto:”soy ahí donde gozo”. Pero llevado hasta el fin, el límite del sentido es lo que Freud llamó al final del análisis la roca viva de la castración.
Al finalizar la clase, Enrique Acuña, concluye que el síntoma es una lectura posible aunque fallida de la escritura del inconsciente, donde hay una disposición de las letras con casilleros vacíos que permiten una nueva significación de esa combinatoria significante. Es el concepto lacaniano de letra como soporte material de un discurso concreto, en principio permutable que luego cambia hacia lo irreductible de un signo de goce.
El día sábado 30 tuvo lugar la Disciplina del Comentario, oportunidad en la que se articularon las conexiones teóricas de un párrafo del texto “La instancia de la letra”, a cargo de Ariel Scherman. En un segundo momento, en la Lógica de la cura se presentaron dos casos clínicos a cargo de Mariana Ramírez y Luciana Molfino.
Carla Molinas Mañanes
C.I.D. Corrientes-Chaco
a cargo de Enrique Acuña
El pasado 29 y 30 de Abril se llevo a cabo un Coloquio-seminario del I.O.M., ocasión en la que se contó con la presencia del director del C.I.D. Enrique Acuña, quien se orientó en el programa propuesto para este año a partir de la lectura de “Los signos del goce” de Jacques-Alain Miller, bajo el subtitulo El sujeto del psicoanálisis identidad-identificación-insignia.
El día viernes, Acuña desarrollo como tema “El síntoma y escritura”, haciendo hincapié que tanto la identidad como la identificación se presentan socialmente como modos de nombrarse, vinculados a designaciones como “yo soy” o “tu eres” o “somos”.
A partir de la oposición entre individuo y sujeto señaló que, ante todo, al hablar de sujeto del inconsciente no se trataría del individuo con su identidad, puesto que no existe un inconsciente colectivo. Hay sujeto del psicoanálisis en la medida que alguien habla y toma el retorno de los efectos de significación. Alguien que habla hace su signo de referencia.
Más adelante, recordaba a Freud quien consideraba que hay identificación cuando hay ausencia de la cosa a nombrar. Ejemplo el mecanismo de transformación del yo ante el objeto perdido en el duelo. De ese modo, el sujeto del psicoanálisis no se monta sobre el yo del reconocimiento en el eje imaginario sino sobre el objeto que se pierde como real en ese movimiento del reconocimiento, y que deja una identificación como marca de lo simbólico.
Respecto a Lacan, en su texto “Función y campo de la palabra” de los Escritos , Acuña señaló que el sujeto es alteridad radical, marcado por palabras, razón por la que el lenguaje no logra decir el predicado último que define a ese sujeto. Recordó que Freud advirtió sobre la dimensión del síntoma que promueve una experiencia de satisfacción, economía de placer que en otro nivel se vuelve displacer: una formula lacaniana del goce.
Por ello el síntoma en su vertiente de sentido y de goce se puede enganchar para hablar en la función de la palabra, o para leer en una escritura. El inconsciente, como lugar del Otro (A) es un escrito que envía un mensaje en forma invertida, al mismo inconsciente donde el sujeto S(A) es un efecto de significación. El inconsciente como escrito remite a un sentido que, por una parte es descifrable y por la otra no lo es. Y es esta operación la que da lugar a interrogar que tipo de literatura, es decir de interpretación, corresponde al inconsciente como escrito.
El hablante hace una retórica, articula una red de enunciados, pero no dice de su estilo como objeto que resta en el decir. Retórica y estilo son dos vertientes es lo que lleva a preguntar por el estilo del quien habla, que a-priori no se sabe quien es. Si se localiza este autor, se produce un pasaje del sentido al signo.
¿Cual es el procedimiento de la escritura en el inconsciente? Refiere Acuña que el psicoanálisis es el pasaje del goce de un sufrimiento, de un displacer, de un silencio del sufrimiento, al de un goce del sentido, que obliga la interpretación y marca la entrada en el análisis. Gozar del sentido supone una cierta sustitución del sufrimiento, implica a un sujeto:”soy ahí donde gozo”. Pero llevado hasta el fin, el límite del sentido es lo que Freud llamó al final del análisis la roca viva de la castración.
Al finalizar la clase, Enrique Acuña, concluye que el síntoma es una lectura posible aunque fallida de la escritura del inconsciente, donde hay una disposición de las letras con casilleros vacíos que permiten una nueva significación de esa combinatoria significante. Es el concepto lacaniano de letra como soporte material de un discurso concreto, en principio permutable que luego cambia hacia lo irreductible de un signo de goce.
El día sábado 30 tuvo lugar la Disciplina del Comentario, oportunidad en la que se articularon las conexiones teóricas de un párrafo del texto “La instancia de la letra”, a cargo de Ariel Scherman. En un segundo momento, en la Lógica de la cura se presentaron dos casos clínicos a cargo de Mariana Ramírez y Luciana Molfino.
Carla Molinas Mañanes
C.I.D. Corrientes-Chaco
Suscribirse a:
Entradas (Atom)